Me desperte afligida, seguramente por un sueño que afortunadamente no recuerdo; y en mi garganta tenia un nudo tan enroscado que dudé por un momento tener la facultad de desatar.
Una lagrima se me cayó de mi ojo izquierdo y el derecho lo siguio en su tristeza y derramo otra, pero mas grande.
Prendi un cigarro, y senti como la primera seca del dia entraba por mis pulmones y me acariciaba cada uno de mis alveolos; instantaneamente tosí unas tres veces y me dije por enesima vez: tengo que dejar de fumar.
Pero acompañada de ese cigarro intenté recordar el sueño triste que seguramente habia tenido, hasta que entre pensamientos escucho la voz de mi mamá que me grita: levantate Regina!