viernes, septiembre 25, 2009

desconexion

Cuando sea el momento….

cuando será el momento?

Si pienso en el tiempo, en el estupido reloj detenido en el margen izquierdo de mi pie, me repugno,

el tiempo que mejora? Que calma?, que determina?

Ser mayor y por ser mayor no tener al tiempo como condicionante me parece una mentira, un pensamiento obtuso, la locura es o no propia de nosotros, reprimirla, fingir que no está, creer que no cosa nuestra… eso es lo que nos condice.

Todos somos mayores en algo, cualquiera sea nuestro tiempo es determinante, es inquebrantable, y único. Es por eso que el momento no va a ser, sino que es, y la decisión de realmente estar sea la tenemos en la cabeza.

Cuanto más va a influenciar mis decisiones?, cuanto mas va a durar esta condena?

Cuando se va a callar mi cabeza y me va a dejar tranquila? Que tiene mi mente en contra mío?

A mi misma, a mis otras yo, a mi yo verdadera.

Esto de experimentar diferentes modos de vida me aturde, ya no se que fui, o que quise ser, ya no se a donde esta mi casa, ni en donde guardo realmente los recuerdos de mis deseos mas deseados. Lo sabré en algún momento? Lo supe por casualidad alguna vez?

El auto descubrimiento y la mentira del tiempo y la gente nos frustran la vida, la terapia para hablar “con quien se debe hablar ciertas cosas” nos aniquila la espontaneidad, tantas diferencias hay entre el yo y el aquel?... o los aquellos?

Un grupo de auto ayuda para ayudarnos a angustiarnos el doble, un desahogo que muy fácilmente puedo realizar con cualquiera de las personas que me quieren y conocen, (para siempre terminar, siendo totalmente sincera, en la opción que mejor me sale: colorear lo acromático con mi optimismo juvenil). Aun así, siendo parte de mi más compleja simpleza, de mi ida y vuelta ideada por el monstruo desconectado que hay en mi cerebro, tengo la pereza de creer que todavía mis problemas no sobrepasan la raya.

Tengo la necesidad aparente de ayudar sin saber hacerlo, tengo la inocencia de hacerme idea de todo lo que escucho, veo, y pienso que siento.

No hay momento, hay yo, hay ellos, hay orgullo, vislumbres de sabiduría, pero no pertenecen al momento, pertenecen al yo al querer y no querer hacer caso, a mi idea reacia de la humanidad, al amar y odiar a todos por igual.

Cuéntenme otro cuento, este ya me tiene repodrida.

No hay comentarios.: