viernes, junio 03, 2011

infinita psiqui

la intolerancia, los nervios al punto del colapso, el insulto a modo de expresion casi como un recurso constante, ese noseque que le hace a las personas creer que poseen una poca de sabiduria, en fin, la gilada tanta, que habita en este mundo.
Despues de laburar 18 horas seguidas, con el unico consuelo posible de creer que una lo hace por la causa, propia y popular...
Esta necesidad de comunicacion constante, la reunion de psicologos hablando de las infidelidades y los triangulos amorosos, cuanto tiempo invertido en pensamiento al pedo, viene uno y te dice: las mujeres compran un celular por lo feliz que este hace a otras mujeres, y los hombres lo compramos por las funciones del mismo. NO. y discuto hasta que se me aburre el intelecto con esa gilada que se torna una figu repetida en esta vida, y me pregunto, hasta donde yo tengo la necesidad de explicar que yo no soy esa mujer, hasta donde tengo yo que replantear y retrucar, por que me meto en el juego, por que quiero tener siempre la ultima palabra, por que tengo que descifrar el comportamiento humano en base a mis suposiciones, por que la gente no es mas simple, por que yo no soy mas simple, por que la noche es tan larga.... guitarra... dimelo tú.
Infelicidades, insensateces, encarajinamiento, un par de birras de mas, un par de cafeces de mas, un par de coqueteos de mas, un par de palos bien directos de mas. Será todo tan asi para siempre? superados y superadores, mordidos por mordisco.
Todo este delirio me tiene harta, suficiente con el propio, como para andar bancando el ajeno, y para no sonar estrecha frente a los insultos, como decia al principio:
ESTOY HARTA DE TODA ESTA PORONGA MAL METIDA EN EL ORTO DE TODO ESTE MUNDO FRIGIDO LLENO DE VIEJOS VINAGRES CON MICRO CHOTA Y ARGOLLAS SECADITAS AL SOL.
regina.

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